Por: María Alejandra Ramírez

Los huérfanos digitales son aquellos niños y jóvenes que acceden y hacen uso de  manera regular de la tecnología y herramientas digitales (internet, redes sociales,  teléfonos, videojuegos, entre otros) con poco o ningún acompañamiento por parte de los  padres o cuidadores. La pregunta clave aquí es por qué ocurre la orfandad digital? Existen  diversas aproximaciones a esto que pueden resumirse en lo siguiente: 

a) Nos encontramos frente a padres y adultos que se resisten o rechazan el uso de  las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs) por parecerles difíciles,  engorrosas o sencillamente no les interesan. Sin embargo, muchos de estos  padres que han nacido en épocas “analógicas” han tenido que migrar al mundo  “digital” porque es en lo que se ha convertido el mundo. Así, cuando deciden  instalarse en este nuevo lugar, muchas veces lo hacen con poca confianza en lo  que ven (en sus pantallas), con mínimos conocimientos sobre seguridad y  protección digital, con un adiestramiento paso a paso y con una aproximación  deductiva que hace más difícil, pero no imposible, su vivencia diaria con la  tecnología. A esto se le ha denominado Inmigrantes Digitales (Prensky, 2001). 

b) Padres y cuidadores que se encuentran tan insertos en la tecnología que  descuidan la vinculación con sus hijos cuando están en el espacio familiar. Son  padres que constantemente miran el teléfono, envían mails o acceden a redes  durante la relación con sus hijos donde entonces no sólo existe un desapego  afectivo sino que modelan conductas en torno al uso de aparatos electrónicos que serán imitadas por sus hijos. Este tipo de “negligencia” no suele  circunscribirse al espacio digital sino que suele estar asociada a un tipo de  vinculación particular donde el rol de padre, madre o cuidador pudiera estar  distorsionado.  

Lo cierto es que la velocidad de los avances tecnológicos, está modificando las relaciones  entre las personas, el mundo educativo y laboral y, por supuesto, las relaciones familiares.  Así, nuestros hijos necesitan las TICs ya que supone un proceso de alfabetización  tecnológica, posibilita nuevas formas de interacción social, potencia nuevos aprendizajes  que serán necesarios para un óptimo desarrollo profesional y es una fuente de ocio y  recreación. 

Sin embargo, debemos ser conscientes de los riesgos que también supone el acceso a las  nuevas tecnologías y educar a nuestros hijos para que sean responsables en el uso 

adecuado de las mismas. Entre los riesgos más comunes se encuentra el ciberbullying,  grooming, sexting, acceso a material de contenido violento o sexual, falsas identidades,  robo de información, entre otros que puede generar severas consecuencias negativas en  los niños y jóvenes. 

¿Qué podemos hacer entonces como padres? 

1. Proporcionar espacios de compartir en familia que le brinden seguridad y apoyo. 

2. Promover una comunicación asertiva con los hijos de modo que podamos ser sus  referentes a la hora de consultarnos sus dudas sobre el uso de las TICs. 

3. Supervisar los sitios web y aplicaciones que visitan nuestros hijos. 

4. Asegurarnos de que respetan los límites de edad de los sitios que visitan. 5. Limitar el horario y el tipo de uso que los niños le dan a los dispositivos tecnológicos. 

6. Encontrar el equilibrio entre horas que consume navegando y las horas haciendo otro  tipo de actividades estimulantes. 

7. Incentivar a la participación en actividades manuales o actividades al aire libre. 8. Centralizar los dispositivos donde podamos supervisar el acceso de los niños. 8. Ser modelos en el uso responsable de la tecnología. 

9. Solicitar ayuda especializada. 

Lic. María Alejandra Ramírez  

Psicóloga y Terapeuta de Familia de PROFAM FUNDANA  

Miembra colaboradora de Grupo AMBOS (Centro de Salud Psicológica y Sexológica).  Mail: mramirezbello@yahoo.com 

Twitter e Instagram: @mramirezbello 

Facebook: psicomarialejandraramirez 

Bibliografía: 

▪ Prensky, M. Nativos e Inmigrantes Digitales. Cuadernos SEK 2.0. 2001 ▪ Educar para proteger: Guía resumida de formación tic para padres y madres de  menores de 3 a 11 años. Unión Europea. Andalucía. 

▪ Arab,L., Diaz, A. Impacto de las redes sociales e internet en la adolescencia:  aspectos positivos y negativos. Revista Médica Clínica Las Condes. Volume 26,  Issue 1, January–February 2015, Pag. 7–13.